Hay quienes han preguntado porqué una traducción de la Sagrada Biblia tan antigua y tradicional como lo es la popular ´´Torres Amat´´ (o mejor Petisco - Torres Amat) coloque como nombre propio de Dios la lectura Jehovah y no Yahveh, Yahvé o Yavé, como lo hacen una parte de las traducciones católicas modernas. Espero exponer aquí de manera sencilla las razones por las cuales este nombre incorrecto fue usado en otro tiempo por la Iglesia sin escrúpulo pero que después se adoptó una lectura mas correcta que es la que actualmente utilizamos.
1. El nombre Jehová en la Biblia Torres Amat no fue añadido por los russellistas.
Muchos católicos piensan que es una interpolación hecha por los Testigos de Jehová. Es falso. La Iglesia usaba el nombre Jehovah años antes de que los russellistas empezaran a usarlo como refrito.
Lamentablemente una edición mexicana de Torres Amat, en el glosario final, comete el error de publicar: Los testigos de Jehová lo enarbolan como el nombre único. En el texto de esta Biblia de Torres Amat aparece este nombre falso de Jehová tres veces, interpolado, sin duda, por algún infiltrado hereje.
Tal aseveración es ridícula ya que la traducción de Torres Amat es de 1823, años antes de que Charles T. Russell fundara a los Estudiantes de la Biblia y casi cien años antes de que los llamados Testigos de Jehová comenzaran a utilizar de bandera el nombre Jehová a ultranza.
Tal aseveración es ridícula ya que la traducción de Torres Amat es de 1823, años antes de que Charles T. Russell fundara a los Estudiantes de la Biblia y casi cien años antes de que los llamados Testigos de Jehová comenzaran a utilizar de bandera el nombre Jehová a ultranza.
2. Jehová, transcripción latina erronea de Yhwh.
¿A qué se debe pues que aparezca este nombre en antiguas Biblias católicas?
El nombre divino lo constituyen cuatro consonantes Y H W H (יהוה), que son impronunciables por carecer de vocales. Los judíos después del exilio babilónico olvidaron la pronunciación correcta y en su lugar, aún en la actualidad más de 2000 años después, le sustituyen por Adonai (Mi Señor) o Hasshem (El Nombre).
La Iglesia ha seguido la tradición judía de usar con respeto el nombre de Dios siguiendo los criterios de la Biblia judía de los LXX´s que en Griego traduce Kyrios, El Señor. Esta Biblia la usaron los apóstoles y los primeros cristianos. La Biblia Vulgata de San Jerónimo traduce Dóminus (El Señor) según la costumbre hebrea y en ocasiones Adonai.
La pronunciación de Yhwh se perdió y los judíos medievales hicieron juegos de palabras para vocalizar las consonantes sagradas. Así agregaron a estas 4 letras consonantes las vocales de Eloah (אלוח), que es una de las palabras hebreas para designar a Dios. Pero como en latín no existe la Y (letra Yod hebrea) ni la W (letra Waw hebrea) se usaron la I y la V. De esta manera nació en la Edad Media el Nombre:
Los éruditos cristianos versados en lenguas bíblicas lo tomaron como cierto y así la primera vez que aparece el nombre Jehová en un escrito es en el libro Pugio fidei Christianae del dominico Ramón Martín, el cual era versado en las lenguas orientales.
En el siglo XV apareció la letra J gracias al grámatico italiano Gian Giorgio Trissino y desde entonces se lee Jehová. Algunas ediciones de la Vulgata Latina que en sus epígrafes (pequeños resúmenes de cada capítulo) aparece la lectura Iehovah.
Este es el nombre de Dios que uso la Iglesia Católica antes de los estudios mas profundos del siglo XX que dudaron de la veracidad de esta traducción latina del nombre hebreo de Dios. Parecerá raro pero es la verdad. Desde el siglo XII aproximadamente la Iglesia adopto este nombre en algunos manuales de teología y de liturgia hasta la primera parte del siglo XX en que se erradicó para usarse la lectura Yahvé, que es la más próxima a la antigua pronunciación hebrea del santo nombre. La Biblia Nácar Colunga fue la primera biblia en español en usar la palabra Yavé alejandose de la transcripción Jehová.
En el arte y en la música la Iglesia utilizó este nombre pero con los nuevos aportes de investigación bíblica se optó luego por el nombre Yahweh o sus variantes Yahveh, Yahvé o Yavé. A raíz de esta adopción por parte de eruditos católicos se identificó la lectura Jehová como propia de los protestantes (por aparecer este nombre en la Reina – Valera) y más específicamente por los Testigos de Jehová pero esta identificación es mas por costumbre.
El nombre divino lo constituyen cuatro consonantes Y H W H (יהוה), que son impronunciables por carecer de vocales. Los judíos después del exilio babilónico olvidaron la pronunciación correcta y en su lugar, aún en la actualidad más de 2000 años después, le sustituyen por Adonai (Mi Señor) o Hasshem (El Nombre).
La Iglesia ha seguido la tradición judía de usar con respeto el nombre de Dios siguiendo los criterios de la Biblia judía de los LXX´s que en Griego traduce Kyrios, El Señor. Esta Biblia la usaron los apóstoles y los primeros cristianos. La Biblia Vulgata de San Jerónimo traduce Dóminus (El Señor) según la costumbre hebrea y en ocasiones Adonai.
La pronunciación de Yhwh se perdió y los judíos medievales hicieron juegos de palabras para vocalizar las consonantes sagradas. Así agregaron a estas 4 letras consonantes las vocales de Eloah (אלוח), que es una de las palabras hebreas para designar a Dios. Pero como en latín no existe la Y (letra Yod hebrea) ni la W (letra Waw hebrea) se usaron la I y la V. De esta manera nació en la Edad Media el Nombre:
IEOHVAH
En el siglo XV apareció la letra J gracias al grámatico italiano Gian Giorgio Trissino y desde entonces se lee Jehová. Algunas ediciones de la Vulgata Latina que en sus epígrafes (pequeños resúmenes de cada capítulo) aparece la lectura Iehovah.
Este es el nombre de Dios que uso la Iglesia Católica antes de los estudios mas profundos del siglo XX que dudaron de la veracidad de esta traducción latina del nombre hebreo de Dios. Parecerá raro pero es la verdad. Desde el siglo XII aproximadamente la Iglesia adopto este nombre en algunos manuales de teología y de liturgia hasta la primera parte del siglo XX en que se erradicó para usarse la lectura Yahvé, que es la más próxima a la antigua pronunciación hebrea del santo nombre. La Biblia Nácar Colunga fue la primera biblia en español en usar la palabra Yavé alejandose de la transcripción Jehová.
En el arte y en la música la Iglesia utilizó este nombre pero con los nuevos aportes de investigación bíblica se optó luego por el nombre Yahweh o sus variantes Yahveh, Yahvé o Yavé. A raíz de esta adopción por parte de eruditos católicos se identificó la lectura Jehová como propia de los protestantes (por aparecer este nombre en la Reina – Valera) y más específicamente por los Testigos de Jehová pero esta identificación es mas por costumbre.
El nombre en si no tiene nada de malo, pero es incorrecto y la lectura Yahveh es la más cercana a YHWH, que en latín se leen Ihvh por no existir la Y ni la W en el abecedario como arriba se explicó.
Las nuevas ediciones de la Torres Amat tienden a sustituir Jehová por Yahvé. Aclaramos que Torres Amat no puso Jehováh en el texto bíblico, sino en las notas, los epígrafes y las paráfrasis (añadidos dentro del texto pero con itálicas a fin de explicar mejor el sentido).
Iglesia de St. Martinskirche Olten, Suiza.
Lugares en la Biblia Torres Amat donde aparece la palabra Jehovah.
Éxodo 6. En el epígrafe: “…le revela su nombre Jehovah”.
Éxodo 6. Nota del versículo 4: “En hebreo se lee Mi nombre Jehovah…”.
Éxodo 33 Nota del versículo 20: “…su inefable y propio nombre de Jehovah”.
Éxodo 34 Nota del versículo 6: “…pronuncio el nombre de Jehovah”.
IV de Reyes (II Reyes) 33 Nota del versículo 17: “En el texto hebreo se lee a Jehovah”.
Judith 16,3 como paráfrasis.
Salmo 67, 5 como paráfrasis.
Salmo 82, 19 como paráfrasis y en la nota.
Salmo 93, 1 como paráfrasis.
Salmo 99, 3 como paráfrasis.
Salmo 109. En la nota aparece tres veces.
Isaías 42, 8 como paráfrasis.
Jeremías 23, En la nota aparece dos veces.
Jeremías 33, 2 como paráfrasis.
En la introducción a los libros de los Macabeos aparece dos veces.
Salmo 82, 19 en Torres Amat. Puede verse que el Nombre Jehovah esta en itálica, o sea es una paráfrasis o explicación del texto. Lamentablemente los Testigos de Jehová usan este texto de Torres Amat para confundir a los fieles.
Aparte debe decirse que en la edición publicada por Revista Católica de El Paso, TX en los años 20´s e incluso hasta los 40´s aparece más veces el nombre Jehová en las introducciones y notas pastorales.
Por tanto debe desmentirse que la adición de la lectura Jehovah en Torres Amat sea un añadido por parte de alguna secta. También recordar que este nombre aplicado a Dios no es de uso exclusivo de Reina-Valera o de algún grupo religioso aunque en la práctica, salvo excepciones, si aplica.
La Iglesia ha optado por la traducción Yahveh o sus variantes como mas fiel a la lectura hebrea así las Biblias en castellano desde Nácar - Colunga han impuesto esta lectura ya popular en los sectores bíblicos católicos.
Los Testigos de Jehová pregonan que ellos exaltan el nombre de Jehová sin darse cuenta que la primera vez que aparece en la historia es en un texto católico del siglo XIII.
La Iglesia ha optado por la traducción Yahveh o sus variantes como mas fiel a la lectura hebrea así las Biblias en castellano desde Nácar - Colunga han impuesto esta lectura ya popular en los sectores bíblicos católicos.
Los Testigos de Jehová pregonan que ellos exaltan el nombre de Jehová sin darse cuenta que la primera vez que aparece en la historia es en un texto católico del siglo XIII.
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